Por extraña que fuese la situación de Melanie, siempre era susceptible de empeorar. Los vecinos comenzaron a llamar a la policía denunciando supuestas peleas que nunca eran tales. Esto queda suficientemente demostrado en los informes de policía local y nacional. Ningún agente encontró nunca ninguna situación como las denunciadas de forma cobarde y anónima.
Un día Susana le propuso a Melanie que si le compraba o alquilaba su casa la dejaría en paz. Pero Melanie no podía permitirse los 600 euros que la vecina le pedía por el alquiler, con lo que la guerra continuó.
Un día Susana le propuso a Melanie que si le compraba o alquilaba su casa la dejaría en paz. Pero Melanie no podía permitirse los 600 euros que la vecina le pedía por el alquiler, con lo que la guerra continuó.
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